domingo, 15 de marzo de 2015

Hace unos 5 años solamente compraba en C&A, Persona,  Lloyds o Liz Claiborne.

Hace unos 3 años me  enganché con H&M, Elena Miró, Punt Roma o Cortefiel y buscando precios bajos, Mulaya.

 
 


Desde hace un año y hasta ahora con las compras online he descubierto ASOS Curvy, Promod o Primeriti. Y en tiendas físicas como Mango, Trucco, Pilar Prieto y buscando precios bajos, Primark he empezado a arriesgar más con el tipo de prendas: ponchos, vestidos cortos, chalecos de pelo, flecos, lentejuelas, botines con los dedos al aire o con el talón al aire, diademas de flores, cinturones trenzados.







¿Por qué los cambios?
La ropa tiene que ser de nuestra talla pero a veces es aburrida. Si siempre te pones lo mismo se convierte en un uniforme o hábito.

Me encanta ese concepto tan francés de ser una misma y cuidar la ropa que nos ponemos para ir bien vestidas pero sin que se note. Si nos maquillamos que apenas se note y si vamos a la peluquería que la cara vaya casi lavada y nada más. El chic parisien es ir bien vestidas
sin que parezca que nos hemos esforzado. Que parezca que te has puesto lo primero que has pillado.


Me gusta el estilo rompedor de los ingleses. Que más da que nadie más se atreva con ese chaquetón de terciopelo o que la chaqueta militar del abuelo sea una antigualla. Estilo es escribir nuevas normas, es probar con lo nuevo sin miedo al ridículo. Es hacer las combinaciones más increíbles  y tener el valor de salir a la calle. Lo punk y lo clásico poder combinar. Pairing impossible clothes, combinar las prendas imposibles y sorprender a propios y ajenos.

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