sábado, 27 de abril de 2013

Eterno retorno

Como cada año por estas fechas empezamos a mirarnos al espejo y puede que no nos guste todo lo que vemos. Seamos positivas, nos gusta gran parte de lo que vemos y nos queremos mucho por ello...
pero a veces nos vemos más michelines, más celulitis, más pálidas, la piel con más imperfecciones, el pelo aburrido. Y esto se repite todos los días.
¿Qué hacer?

Operación bikini:
Ir al gimnasio y  hacer algo más de ejercicio.
Practicar deporte.
Caminar es esa actividad que con el buen tiempo nos conviene a casi todos.

Empezar una dieta  o cambiar malos hábitos por otros saludables:

Comer sano.
Comer menos.
Cocinar nuestra comida.
No comprar comida basura.
No pedir comida basura para evitarnos un rato de cocina.
No usar la comida para compensar frustraciones vitales varias.



Renovar nuestras rutinas sobre cosmética y maquillaje:

Aprender a maquillarse con clases de auto-maquillaje.
Probar productos nuevos con asesoría técnica.
Proteger la piel del sol siempre y no sólo cuando llega el verano.
No seamos perezosas, 10-15 minutos por la mañana y por la noche los podemos sacar cada día.



Piensa en positivo.
Haz cosas que te gusten.
Quiérete mucho, es decir, cuida tu salud y tu aspecto, porque son tu carta de presentación.
Haz cosas por los demás y serás más feliz.
Da sentido a lo que haces.
Mira hacia tu interior y cuida tu alma también.
Integra todo lo que eres y acepta tu realidad.




Renueva tu vestuario.
Compra solamente prendas que te vayas a poner enseguida/necesites/te convenzan-100% y que combinen a la perfección con lo que ya tienes en el armario. Las llaman semillas de vestuario, esas prendas que combinas con todo y que puedes usar para looks de día o de noche cambiando los complementos.


Tienes  que hacerte estas preguntas antes de:

¿Lo/los necesito? ¿Tengo algo parecido o lo mismo ya en mi armario?
¿Me quedan bien de verdad? ¿Talla, corte, estilo, color?
¿Me lo voy a poner de verdad?
¿Me lo voy a poner ya mañana o tengo que seguir gastando porque no tengo con qué combinarlo?
¿Me lo puedo permitir? ¿Entra dentro de mi presupuesto?
¿Estoy depre o frustrada y por eso he salido a comprar?


 Las compras compulsivas dan más cargo de conciencia y te encuentras con prendas repetidas, muy similares o bonitas pero no-ponibles.


 ¿Cuándo vas a usar unos shorts de encaje talla 48/18?
¿ Es que vas a ponerte un collar babero con una cabeza de tigre que pesa medio kilo?
¿ Acaso te ves con unos leggins de polipiel haciendo la compra?

Odio decirlo pero hay prendas que tienen caducidad y además no son para todas las edades y mucho menos todos los cuerpos. No es que ya seas de taitantos, es que te verías ridícula, extravagante o disfrazada. Bueno si te compras ropa para Halloween o Carnaval, entonces si que las prendas tendrán algún uso.

Ordena tu ropa. Clasifica por uso: día, noche, casual, elegante.
Lo que no te guste, te quede bien o no sea tu estilo ahora puedes donarlo, venderlo o reciclarlo.


Propón a tus amigas una reunión donde todas llevéis vuestros descartes y  ese día puede ser una sesión de Trueque. Puede ser regalo total o simplemente venta a precios mini-mini,  de 10 céntimos a
1 euro por ejemplo.


Ordena tus zapatos, bolsos, gafas, fulares, pañuelos ..y todos los accesorios.
Lo mismo que antes, conserva lo que te guste, te quede bien o sea tu estilo.

Aquí recuerda que hasta un ama de casa de mediana edad puede tener una fiesta, boda u otro sarao.
Tener algunas prendas y accesorios de noche aunque no salgas mucho es importante. Lo mismo con
la ropa de deporte: chirucas, cangrejeras, neopreno, plumas, mono de esquí, etc.


Visita la peluquería.
Déjate asesorar por estilistas. Recuerda que lo que nos quedaba bien hace 20 años puede no ser lo que nos queda bien ahora. Tampoco somos las de antes, ahora sabemos más y somos más conscientes de nuestros puntos fuertes y de nuestras pequeñas imperfecciones.


Se puede cortar, se pueden usar extensiones, se puede cambiar el tinte, hacer mechas distintas (más colores, las californianas)
Puedes ir hacia un pelo más largo o más corto.
Ponerte flequillo o quitarte el flequillo.
Si el pelo es importante, recuerda que una manicura y una pedicura son grandes placeres que nos merecemos. Mímate de vez en cuando. Sustituye los bombones por una sesión completa en tu salón de belleza o peluquería. Depilación y masajes también son el cielo en la tierra, aunque ahora con el laser algunas no tienen que preocuparse mucho.

Sonríe, sonríe, sonríe.
Ser feliz es gratis, no engorda y combina con toda la ropa.


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